Las esponjas para la aplicación de la base son un éxito en la temporada! Aunque, no reemplazan los cepillos de la base, cada día ganan a más partidarios. Al elegir la esponja, presta atención a la suavidad, forma y material.
¿Cómo usar la esponja para el maquillaje? Para que el aplicador no absorba demasiado de un producto, debes mojarlo con agua. Entonces estará segura de que la cara estará cubierta con una fina capa de base. El cosmético se aplica sobre la piel en forma de estampación. Si la esponja tiene bordes especiales o una punta para las áreas inaccesibles de la cara, úsala. De esta manera se aplicará la base en las esquinas de la boca, por los oídos, así como las esquinas interiores y exteriores de los ojos. Si tu piel se ocupa de las imperfecciones visibles, utiliza un corrector de punto. Aplícalo sobre las decoloraciones, las venas de araña o manchas y después toca ligeramente con una esponja. Además, la base se absorbe de inmediato y se ajusta a la tez de la piel y el tono de la base. Recuerda después la aplicación de limpiar la esponja. La mejor manera de hacer eso es usando removedor de maquillaje o agua con jabón. Enjuaga toda la espuma y deja que el aplicador se seque.
¿Cómo preservar el maquillaje? Recuerda evitar el acabado mate, ya que te hace parecer más vieja. Por lo tanto, deja esas áreas de la cara que brillen de una manera natural. Sin embargo, échate polvo en el centro de la frente, nariz, barbilla y mejillas. Para arreglar todo el maquillaje usa polvo suelto. Con el cepillo grande y suave roza tu cara; el exceso del cosmético se aplica suavemente en las sienes y la mandíbula. Para los ajustes necesitarás polvo corrector. Presta atención a si el embalaje se suministra con un espejo y una esponja. Gracias a ellos puedes ajustar tu maquillaje incluso fuera de casa. Una solución excelente es comprar polvo con un área separada para el aplicador. Mientras te realizas el maquillaje aplica el polvo o la base para que puedas evitar el llamado efecto máscara.